8 may 2013

Bitcoin: la buena mala prensa

Empieza a ser rutina encontrar noticias sobre Bitcoin en la prensa salmón, en la radio, en los noticieros de televisión y qué decir de internet.
Normalmente las opiniones que se vierten sobre Bitcoin están algo polarizadas entre quienes lo ponen como la revolución monetaria del siglo XXI, salvador de las libertades económicas y aquellos que parten de la premisa de que es un experimento de frikis y especuladores condenado al fracaso antes de nacer ya que jamás servirá como moneda.
Bitcoin es un experimento. Con eso estoy de acuerdo. un experimento que lleva ya cuatro años dando guerra. Que ha tenido altos y bajos. Que se deja querer y odiar a partes iguales. El mercado lo ha venido zarandeando de forma inmisericorde, llevándolo desde un precio de céntimos de dolar a los 30$ despegando de forma vertiginosa para lograr un valor de 90$ y acto seguido desplomarse hasta los 2$. Se recupera, alcanza los 14 $ y, en pocas semanas, se coloca por encima de los 200 $. Hoy está rondando los 112 $.
Cerca de un 75 % del mercado cambiario es manejado a través de un portal, MTGox, donde un 81% de las transacciones tienen el dolar como divisa y un 85 el euro.
Lo innegable es que durante cuatro años Bitcoin ha sobrevivido y comienza a popularizarse. Empiezan a incrementarse el número de bienes y servicios que aceptan pagos en bitcoins. Hoy es posible comprar el alimento de tu mascota pagando en bitcoins.
Se rumorea que Paypal estudia incluirlo dentro de su operación de pagos igual que se rumorea que en USA empiezan a buscar formas de regularlo.
El mercado a demostrado que el experimento es atractivo, tiene fe en su anonimato, en la fiabilidad y rapidez con la que se efectúan las transacciones y en la universalidad de este nuevo mecanismo de intercambio.
Uno de los argumento en contra con los que suelo encontrarme es el de que Bitcoin está condenado al fracaso por ser una moneda intrínsecamente deflacionaria. El precio de un bitcoin dependerá de su aceptación por parte del mercado, de la demanda que tenga y de la competencia con otros instrumentos de pago, como lo es el dinero fiat. Si la FED y los bancos centrales de los demás países siguen emitiendo moneda-deuda es inevitable que Bitcoin se aprecie frente a estas divisas y sirva, al igual que el oro, como un instrumento para resguardar el valor de nuestro trabajo. De estabilizarse el precio de Bitcoin resultará un muy atractivo medio de ahorro y atesoramiento de riqueza.
Otro argumento en contra es el de que Bitcoin no tiene ningún valor intrínseco en si. Realmente el valor de Bitcoin no es mayor ni menor que el que pueda tener el dinero fiat o cualquier otro medio de intercambio: la aceptación de los usuarios del mismo. La valoración que de el mercado demandando su empleo o rechazándolo. Bitcoin, justamente por estar descentralizado, está absolutamente en manos de ese despiadado mercado del que todos y cada uno de nosotros, formamos parte. Si nos resulta útil a nuestras necesidades sobrevivirá y será valorado, caso contrario simplemente será reemplazado con aquello que si satisfaga lo que estamos demandando. Así de simple, así de brutal.
La aceptación de bitcoins por parte de comerciantes y empresarios de todo tipo dependerá de las bondades que puedan descubrir en su empleo. Como en todo lo nuevo, habrán los pioneros y habrán quienes esperarán a último minuto para no correr riesgos en su adopción. Es decisión de cada quien y cada quien deberá afrontar las consecuencias de su decisión.
Por lo pronto Bitcoin sigue vivo y se continua hablando, cada vez más, de él, para bien y para mal.

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